Técnica de 12 pasos en el centro de rehabilitación para alcohólicos
Son ya poco menos de cien años que comenzaron a aparecer espacios y grupos conocidos como “centros de rehabilitación para alcohólicos” y desde ese entonces su presencia se ha ido multiplicando de forma exponencial que utilizan en su mayoría un método común para trabajar con esta difícil adicción.
Dentro de estos grupos son distintivas algunas frases y técnicas que terminan volviéndose familiares aun para aquellas personas que quizá no padecen dicha adicción y mucho menos se han visto en la necesidad de recurrir a algún centro de rehabilitación para alcohólicos.
Los grupos que pueblan estos centros suelen ser empáticos, cálidos y entusiastas, pero principalmente todos ellos tienen un factor en común, aunque desafortunadamente este factor no es precisamente el más positivo y es la base y el porque de sus reuniones: la dependencia al alcohol.
No importa de donde vengan, a que sector de la sociedad pertenezcan, la historia de su infancia o de su vida en general y tampoco a que se dedican, todos comparten un enemigo en común y por ello que están juntos, por que las grandes batallas no se libran solo. Esta gran batalla se libra en un terreno simple y sencillo, un terreno que consta de una presentación, el testimonio de alguno de los valientes miembros y la charla abierta que surge después de escucharle, una charla en la que todos son capaces de compartir sin temor alguno sus miedos, sus pensamientos y sobre todo aquellos logros que han ido alcanzando poco a poco y que sin duda serán celebrados por el resto del grupo como logros propios, pues en eso consiste el éxito de este método, en la empatía que da lugar a adueñarse de las cosas buenas como si fuesen de uno mismo.
Al hablar de un centro de rehabilitación para alcohólicos, sin duda también se debe hablar de los famosos “doce pasos” y aunque como lo dijimos anteriormente todos hemos escuchado sobre ellos, pocos en realidad los conocemos y los comprendemos, es por ello que ahora trataremos de dar una breve semblanza sobre los mismos.
Es importante saber que ellos son auténticos pilares del tratamiento y el primero de ellos reconoce como primicia la impotencia que se tiene frente al alcohol y como este convierte la vida en auténticos abismos ingobernables. Cabe aclarar que este tipo de programas no son únicamente aplicables al alcohol, pues también son opciones y auxiliares para el tratamiento de otro tipo de adicciones como los narcóticos.
Es cierto que uno de los temas debatibles a este tratamiento es el agnosticismo, pues los doce pasos también reconocen la sumisión ante un poder superior y espiritual, pues saben que la enfermedad a la que se enfrentan no tiene una cura definitiva y en múltiples ocasiones es necesario reparar los daños que han sido causados a aquellos que tenemos cerca y se logra llegar a estos niveles de conciencia normalmente por medio de procesos como la oración o la meditación.
La ayuda mutua y el compañerismo resultan imprescindibles en estos tratamientos pues la presencia de un “padrino” asume una importancia vital para el abstemio y su figura es casi tan reconocida como lo mismos doce pasos.
Si bien es cierto que un centro de rehabilitación para alcohólicos no siempre cuenta con el sistema de los doce pasos, la gran mayoría de ellos reconoce su laborar y efectividad, no es en vano que hoy se tenga registro de más de cien mil grupos repartidos a lo largo de más de ciento cincuenta países, aunque al menos la mitad de ellos se encuentren dentro de su natal Estados Unidos.
Para corroborar la importancia y significado que tiene este proceso, basta mencionar que algunos estudios indican que solamente uno de cada diez centros de rehabilitación particulares es completamente ajenos a los doce pasos.
Y aun a pesar de esta estadística tan contundente, podemos decir que ese pequeño grupo de centros que no cuentan con los procesos relacionados a los doce pasos no comprometen su profesionalidad ni su efectividad; como lo hemos dicho anteriormente es probable que no se encuentren influenciados por este modelo de intervención en una muestra de desacuerdo con los elementos claramente religiosos por los que este se ve influenciado y algunos otros critican el énfasis que se hace en la abstinencia absoluta, pues sostienen que es mucho más funcional y factible re-educar para llevar al adicto a un consumo sobre el que se tenga control y se realice de forma moderada.
Por ello cuando hablamos de un centro de rehabilitación para alcohólicos encontraremos cuando menos dos ideologías de tratamiento; como podemos deducir la primera es aquella que toma como base y pilar fundamental el proceso de los doce pasos, mientras que la segunda cuestiona los 12 pasos y exige pruebas contundentes sobre los resultados de ese proceso, alegando que este únicamente funciona con algunas personas y por eso no puede ni debe generalizarse.
Y aunque ya hemos hablado de la proliferación del mismo, se debe reconocer que algunos estudios científicos que se han realizado en los últimos años con relación a la taza de éxito de los doce pasos nos arrojan como resultado que no hay ninguna conclusión contundente sobre su eficacia unívoca. Es por ello que nosotros concluimos que en los tratamientos contra las adicciones y la vida en general no hay mayores resultados que aquellos que se obtienen con el conocimiento ecléctico y la aplicación de tratamientos e intervenciones integrales donde la razón sea capaz de abrir cabida a los nuevos estudios y practicas innovadoras.